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Guía fácil sobre mentalidad fija vs. crecimiento para la salud mental y emocional


¿Te has preguntado si estás llevando una vida con una mentalidad fija o de crecimiento?


La mentalidad fija se refiere a una forma de pensar en la que se cree que las habilidades, la inteligencia y las capacidades de una persona son fijas e inmutables.



Es decir, se piensa que las características de una persona son determinadas por la genética o por factores externos y no pueden ser modificadas.


Por otro lado, la mentalidad de crecimiento es una forma de pensar en la que se cree que las habilidades y las capacidades pueden ser desarrolladas a través del esfuerzo y la dedicación. En esta mentalidad, se valora el proceso de aprendizaje y se entiende que los errores y los fracasos son oportunidades para mejorar y crecer.


Es importante destacar que ambas mentalidades pueden ser aplicadas a diferentes ámbitos de la vida, como el académico, el laboral o el personal. La mentalidad de crecimiento suele estar asociada con mayores logros y éxito en diferentes áreas, ya que promueve la perseverancia y la resiliencia ante los obstáculos.

Según un estudio realizado por la Universidad de Stanford, los estudiantes que adoptaron una mentalidad de crecimiento en lugar de una mentalidad fija mejoraron significativamente sus calificaciones y su desempeño académico.



En particular, los estudiantes que creían que sus habilidades podían desarrollarse con el tiempo obtuvieron mejores calificaciones en matemáticas que aquellos que creían que sus habilidades eran fijas.




Además, otro estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology encontró que las personas que tienen una mentalidad de crecimiento tienen más probabilidades de alcanzar sus metas a largo plazo que aquellas que tienen una mentalidad fija.

Aquí te dejo algunas estrategias para deconstruir la mentalidad fija y cultivar la mentalidad de crecimiento, y de esta manera mejorar la salud mental y emocional:


Para deconstruir la mentalidad fija:

  1. Identifica tus habilidades y talentos: Reconoce tus fortalezas y talentos innatos, y celebra tus logros. Aprende a valorar tus habilidades actuales, y entiende que puedes seguir mejorando en otras áreas.

  2. Afronta los desafíos con una actitud positiva: Enfrenta los desafíos y obstáculos con una actitud positiva, en lugar de enfocarte en lo que no puedes hacer o lo que no sabes. Aprende de los errores y fracasos, y utiliza esa experiencia para seguir creciendo.

  3. Sé consciente de tu autocrítica: Presta atención a tu diálogo interno y trata de reemplazar los pensamientos negativos y autocríticos con afirmaciones positivas y realistas.

Para cultivar la mentalidad de crecimiento:

  1. Aprende nuevas habilidades: Busca oportunidades para aprender cosas nuevas y desarrollar habilidades. Por ejemplo, puedes tomar un curso, un taller o una clase en línea.

  2. Busca la retroalimentación: Pide retroalimentación constructiva a amigos, familiares o colegas, y utiliza esa información para mejorar tu desempeño y habilidades.

  3. Visualiza tus metas: Visualiza tus metas y el camino que debes recorrer para alcanzarlas. Mantén una actitud optimista y enfócate en el progreso, en lugar de en la perfección.

Recuerda que la salud mental y emocional no depende únicamente de la mentalidad fija o de crecimiento, sino de una variedad de factores, como la nutrición, el ejercicio, el sueño y el manejo del estrés. Por lo tanto, es importante cuidar todos estos aspectos para mantener una buena salud mental y emocional.


¡Muchas gracias por leer!


¿Cuál de estas estrategias vas a aplicar para deconstruir la mentalidad fija o construir una mentalidad de crecimiento?


¡Déjame tus preguntas y comentarios! Me encantará leerte.

 
 
 

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